domingo, 26 de mayo de 2013

Regalitos exprés

El mundo de los regalos está lleno de normas sociales y compromisos que no me gustan.
Siempre me ha gustado regalar, no sabría decir por qué. El proceso de pensar en lo que le gustaría, adaptarte a tu presupuesto, buscarlo, hacerlo/comprarlo, pensar en la cara que pondrá, ponerle un  envoltorio bonito...
Todo eso hace que el proceso de regalar me encante.
Pero no a todo el mundo le gusta. No todo el mundo se siente cómodo al recibir un regalo.
 
A veces, cuando llega la Navidad, por ejemplo, te entran esas ganas de tener un detalle con esa persona que ha estado a tu lado durante todo el año, te ha hecho reír cuando hacía falta o simplemente una persona a la que hechas de menos y a quien quieres recordarle que estas ahí.
No me gusta dejar pasar por ejemplo el cumpleaños de alguien importante para mí.
Pero resulta que hay que regalar con cuidado.
Porque a lo mejor tú llegas con toda tu ilusión y un regalito de Navidad y la otra persona se siente incómoda "porque no te compró algo".
O llega tu cumpleaños y te encuentras con un regalo hecho claramente desde el compromiso. Los regalos que son una colonia tienen todas las papeletas para haber sido un regalo hecho deprisa y corriendo y por cumplir...
Total que hoy os voy a enseñar dos regalos exprés que he hecho recientemente para que veáis que con poco presupuesto, poco tiempo y sin afán de aparentar se pueden hacer regalitos exprés.
El valor de estos regalos se duplica si con ellos demuestras que conoces a la persona que lo recibe.
 
En el ejemplo número 1 tenemos un bote lleno de chuches picantes que le llevé por su cumpleaños a la que fue mi tutora en las prácticas de magisterio y que lo sigue siendo extraoficialmente.
Los años anteriores celebramos su cumple por todo lo alto pero este año por circustancias varias no estaba el ambiente para grandes celebraciones, pero algo le tenía que llevar por su cumple.
 Necesitamos un bote de cristal. En mi caso de los chinos.
 Las chuches seleccionadas. Yo cogí de todo lo que llevase pica pica porque es lo que le gusta a ella, pero se puede hacer de todo. Las chuches seleccionadas por colores quedan muy bien.
 Metemos las chuches en el bote.
 Y un trozo de papel de seda, cordel y unas estrellitas para decorar.
 
El regalo número 2 fue para la clase de Infantil en la que he estado este curso de observación. Me han dejado cotillear todo lo que he querido de su día a día y me han tratado como a una más.
Ellos tienen en clase un buzón de cartas que tiene mucha afluencia. Los niños escriben sus cartas durante la semana y el viernes se hace reparto.
Lo hacían en un folio normal y después lo doblaban y escribían el nombre del destinatario.
 Así que yo compre una cajita de cartón.
La foto está hecha de noche pero el tono de amarillo era mucho más bonito.
 Un montón de sobres de colores.
 Y unos sellos que imprimí y recorté con tijeras de scrap.
 Todo a la cajita.
 Y cerrada con un lazo.
Les encantó.
Aquí os dejo las fotos de algunas de las cartas que yo recibí esa semana.

¡Hasta otra!

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